El mundo tiene una batalla. Cada vez están más presentes en Europa y en el mundo los partidos de extrema derecha, lo cual atemoriza a la sociedad mundial, debido a los antecedentes presentados durante la II Guerra mundial y el régimen del tercer Reich en la Alemania Nazi. Sin embargo, una de las diatribas presentes en Europa y sobretodo en España es la idea de la prohibición de partidos que posean esta ideología.
Sin embargo, se debe comprender que el termino “extrema derecha” contiene una inmensa diversidad de configuraciones ideológicas, por lo que no puede atribuírsele una única característica, ya que no existe un consenso que defina a todos los grupos enmarcados en el termino, sobretodo si se toman en cuenta las variaciones que han tenido a través de los años. Solo tienen en común el nacionalismo, el antiliberalismo, tradicionalismo, conservadurismo y el anticomunismo.
La libertad de expresión es un derecho fundamental, el cual se contempla en la Declaración Universal de los Derechos Humanos desde el año 1948; y establece que "Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y de recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión."
Es un medio libre para la difusión de ideas, pero estableciendo tácitamente un conjunto de normas implícitas que aseguran el mutuo respeto entre los ponentes. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y ésta comprende la libertad de difundir, buscar y recibir toda índole de ideas, bien sea de manera oral, escrita, impresa, artística o cualquier otro que la persona elija. Es por ello que censurarlo significaría ir en contra de dicho derecho.
Se debe comprender que el difundir una idea no es un delito, a pesar de que se esté o no de acuerdo con la misma. De aplicar esta regla, habría que prohibir cualquier tipo de organización con la que un colectivo de personas este en desacuerdo y que sea parte de un pasado negativo; en lo que entrarían, entre otras cosas, los partidos comunistas, tomando en cuenta, por ejemplo, a la URSS o a China.
Es difícil concebir que en una sociedad democrática y actualizada se plantee siquiera la idea de la prohibición. No quiero que esto se confunda con un apoyo a la extrema derecha; por el contrario. Pero a pesar de no estar de acuerdo, se debe respetar la ideología que tenga cada persona por su plena libertad de pensamiento , siempre y cuando ésta no afecte directa o indirectamente los derechos de otras personas, entiéndase como agresiones directas físicas o verbales comprobables, hechos violentos, o cuando se trate de personas que atenten contra el respeto a los derechos o la reputación de los demás, manifiesten ideas racistas, clasistas, discriminatorias o que inciten al odio, realicen llamadas a acciones de ataque o injuria hacia colectivos.
Existe la libertad de reunión, de manifestación y de ejercicio de cultos, que van de la mano con la aplicación de la libertad de expresión. Tiene un ámbito de desenvolvimiento y de comprensión, siempre y cuando no se atropellen o violen los derechos de otras personas, y es mas grave si se trata de un derecho humano. Pero estos aspectos ya se encuentran regulados por la ley, la cual establece penas contra las acciones, no contra el pensamiento. No se puede juzgar por un delito no cometido.
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